𝐌𝐚𝐫𝐢𝐝𝐚𝐣𝐞 𝐦𝐮𝐬𝐢𝐜𝐚𝐥: este disco va muy bien para conectar con la madre tierra, por lo que es muy favorable para relajarse escuchando cada canción mientras vas contando los azulejos de tu suelo. Si tienes suelos lisos, lo tienes más jodido para dejar volar tu mente, pero siempre puedes contar los granos de gotelé de tu pared. Y si tienes la gran fortuna de tener paredes lisas, te dejamos que simplemente cierres los ojos y te dejes llevar con este disco.
𝐌𝐚𝐫𝐢𝐝𝐚𝐣𝐞 𝐦𝐮𝐬𝐢𝐜𝐚𝐥: este disco va muy bien para sobrevivir a una dura resaca de domingo. La transición por tantos sonidos te mantendrán alejado de pensamientos sobre lo mal que te encuentras o sobre el existencialismo de por qué bebiste tanto la noche anterior.
𝐌𝐚𝐫𝐢𝐝𝐚𝐣𝐞 𝐦𝐮𝐬𝐢𝐜𝐚𝐥: este disco va muy bien para arrancar el día y sacar a tu can a pasear. ¿Qué esperabas, que después de la fatídica metáfora íbamos a recomendar otro maridaje? Pues no. 😢
𝐌𝐚𝐫𝐢𝐝𝐚𝐣𝐞 𝐦𝐮𝐬𝐢𝐜𝐚𝐥: este disco va muy bien para echarse unos bailecitos en la ducha. Mientras apagas el despertador, te despegas de las sábanas y te metes en la ducha para iniciar el día pasa una eternidad. Haz que esa eternidad tenga una banda sonora alegre con este álbum.