𝐌𝐚𝐫𝐢𝐝𝐚𝐣𝐞 𝐦𝐮𝐬𝐢𝐜𝐚𝐥: este disco va muy bien para echarse unos bailecitos en la ducha. Mientras apagas el despertador, te despegas de las sábanas y te metes en la ducha para iniciar el día pasa una eternidad. Haz que esa eternidad tenga una banda sonora alegre con este álbum.
𝐌𝐚𝐫𝐢𝐝𝐚𝐣𝐞 𝐦𝐮𝐬𝐢𝐜𝐚𝐥: este disco va muy bien para iniciar una tarde de cancaneo entre semana. Póntelo un día que hayas terminado de trabajar y necesites desconectar de la rutina. Terminarás viniéndote un poco arriba, pero sin llegar a pasarte gracias a esas canciones tranquilas que abundan en el disco. Una gran ventaja para no terminar comiendo techo por la noche. ¡Recuerda!, al día siguiente trabajas.